El Coronavirus y la continuidad de negocio
Tras la alarma generada por la expansión del SARS-CoV-2 y la adopción de medidas de aislamiento en Italia y España, en los últimos días varios de nuestros clientes en La Rioja y Navarra han revisado sus Planes de Continuidad de Negocio para afrontar una posible situación de crisis.
La pasada semana conocíamos en los medios de comunicación cómo los compañeros de un trabajador de Telefónica infectado debían aislarse o cómo Vodafone realizaba un simulacro para que 2.200 empleados operaran desde casa.
El caso de Vodafone es interesante. Imagina que te ves en la situación de tener que enviar a todos tus empleados a casa durante 2 semanas. En ese momento te das cuenta de que hay problemas: los sistemas de conexión remota no funcionan, no soportan la carga necesaria, falta información crítica para que un trabajador pueda desarrollar su labor, etc. ¿No preferirías haber hecho alguna prueba hace 6 meses y comprobar estos problemas sin agobios? Por muy sencillo que te parezca, siempre hay fallos, la Ley de Murphy siempre se cumple.
Los planes de continuidad, aunque no previeran explícitamente antes de la crisis la afección de trabajadores por el coronavirus SARS-CoV-2, sí recogen de manera general escenarios válidos para esta situación, como por ejemplo, una falta masiva de personal al puesto de trabajo (condiciones climatológicas, epidemias, etc.).
La implantación de un Plan de Continuidad de Negocio proporciona un plan de respuesta planificado, evitando la improvisación y mejorando la gestión de la crisis. Proporciona las siguientes ventajas para la organización:
- Reducir tiempos de respuesta: Al haber definido situaciones predefinidas y mecanismos de respuesta, la activación del plan sólo requiere comprobar que se dan las condiciones contempladas en el mismo.
- Evitar fallos: Te podrás dar cuenta de que algo no funciona antes de que ocurra. ¿Qué consecuencias tiene si debes mandar 15 días a tu equipo a casa y en ese momento te das cuenta de que algo no funciona? Pasa mucho más frecuentemente de lo que crees, ¡créeme!
- Optimizar costes: La improvisación y las prisas suelen ser enemigos de la mejor elección económica. Con un planteamiento programado, maximizas la posibilidad de reducir costes.
- Trasladar imagen de solvencia: Teniendo una situación programada, podrás gestionar mucho mejor la contención, erradicación, recuperación y comunicación de la crisis. Trasladarás con ello a tus clientes, proveedores y empleados una imagen de solvencia.
El proceso de implantación de un Plan de Continuidad de Negocio no es complejo, pudiendo seguir los siguientes pasos:
| Nº | Fase | Descripción |
| 1 | Análisis |
Análisis de impacto en el negocio: ¿Cuál es el tiempo máximo que podemos prescindir de una determinada información o servicio sin impactar gravemente al negocio? ¿Qué impacto tendría? Análisis de riesgos: ¿qué riesgos tenemos de que el servicio que proporcionamos a nuestros clientes se vea afectado? |
| 2 | Estrategia de continuidad |
¿Cómo damos el servicio en continuidad? ¿Tenemos un local alternativo, enviamos al personal a casa, etc.? ¿Cuáles son los requisitos de personal, mobiliario, hardware, software, proveedores, transportes, económicos, etc. para la estrategia de continuidad? ¿Disponemos de ellos? |
| 3 | Desarrollo de planes |
Continuidad: cómo damos el servicio en modo degradado Recuperación: cómo recuperamos el servicio Reconstitución: cómo volvemos a la situación inicial Comunicación: cómo nos comunicamos con nuestros clientes, proveedores, empleados, etc. durante la crisis |
| 4 | Pruebas | Empezando por las situaciones más sencillas, para poder detectar fallos antes de que se produzcan |
En este proceso no hay que reinventar la rueda. Hay documentación y buenas prácticas disponibles, como las normas ISO/IEC 22301, NIST 800-34 Contingency Planning Guide for Federal Information Systems, guías de Incibe, ENISA, etc. Puedes obtener más información en los siguientes enlaces:
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